Albert Buira, Jordi Ortega y Javier Heras han ejercido nuevamente de embajadores de los profesionales nucleares españoles en el XIX Maximaratón Nuclear celebrada recientemente en México, una actividad deportiva organizada anualmente por el WONUC (el Consejo Mundial de Trabajadores Nucleares) y que habitualmente adquiere un tono defensor del uso de la energía nuclear con fines pacíficos en los países en los que se desarrolla. Les acompañaron en esta ocasión un trabajador de Almaraz, Álvaro Díaz, y otro de Garoña, Pablo Jorde.
Este viaje a México ha supuesto para ellos, además de practicar en un entorno diferente su deporte favorito, el atletismo, una oportunidad para conocer otra cultura y compartir con profesionales del sector de países como Rusia, Hungría, Francia, Suiza o el propio México, unos días de intercambio de experiencias tanto profesionales como relacionadas con sus aficiones en común.
Los tres corredores que representaban a ANAV relatan como el calor ha sido una de las claves de esta experiencia. De este modo, las dos etapas cubiertas entre Cancún y las ruinas de Tulum se conviertieron en una verdadera prueba de resistencia física tanto para ellos, como para los más de 70 corredores que tomaron parte en la Maximaratón. “Teníamos que empezar muy pronto, a las 6 de la mañana, para evitar las horas de máxima temperatura… y aún así era realmente duro correr en esas cirunstancias”, afirma Jordi Ortega, a lo que Albert Buira añade: “Y si para nosotros, que veníamos de los veintitantos grados de España, lo era… ¡Imagina qué ha supuesto para rusos que venían de estar a 10 y 15 grados bajo cero!”.
En cualquier caso, los tres coinciden en que la participación en las Maximaratones organizadas por el WONUC siempre enriquecen en lo personal y ayudan a aportar perspectiva y muy interesantes contactos en lo profesional. “Somos una industria relativamente pequeña, pero lo mejor de todo es que todos los países tenemos retos y también problemas similares. Esto ayuda a establecer buenas relaciones personales y mutua comprensión, independientemente de si provenimos de culturas diferentes”, concluye Javier Heras.